Mira que buenos enemigos que tenemos!!!!!, se llaman uno mismo!!!!!!!!!
El
término resiliencia se refiere a la capacidad de los sujetos para
sobreponerse a períodos de dolor emocional y traumas. Cuando un sujeto o
grupo (animal o humano) es capaz de hacerlo, se dice que tiene una
resiliencia adecuada, y puede sobreponerse a contratiempos o incluso
resultar fortalecido por éstos. Actualmente la resiliencia es considerada como
una forma de psicología positiva no encuadrándose dentro de la
psicología tradicional.
El
concepto de resiliencia se corresponde aproximadamente con el término «entereza»
Definiciones
de resiliencia
La
resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad saliendo fortalecido y
alcanzando un estado de excelencia profesional y personal. Desde la
Neurociencia se considera que las personas más resilientes tienen mayor
equilibrio emocional frente a las situaciones de estrés, soportando mejor la
presión. Esto les permite una sensación de control frente a los acontecimientos
y mayor capacidad para afrontar retos (Instituto Español de Resiliencia)
La
Resiliencia, es el convencimiento que tiene un individuo o equipo en superar
los obstáculos de manera exitosa sin pensar en la derrota a pesar que los
resultados estén en contra, al final surge un comportamiento ejemplar a destacar
en situaciones de incertidumbre con resultados altamente positivos.(E. Machacon
2011, Aspectos vividos, Nov-Dic 2010)
Esa
capacidad de resistencia se prueba en situaciones de fuerte y prolongado
estrés, como por ejemplo el debido a la pérdida inesperada de un ser querido,
al maltrato o abuso psíquico o físico, a prolongadas enfermedades temporales,
al abandono afectivo, al fracaso, a las catástrofes naturales y a las pobrezas
extremas.
Podría
decirse que la resiliencia es la entereza más allá de la resistencia. Es la
capacidad de sobreponerse a un estímulo adverso.
Categorización
De
este modo se categorizan los sujetos en no-resilientes y pro-resilientes,
existiendo una graduación intermedia. Se observa que a mayor actividad
cognitiva y a mayor capacidad intelectual aumenta la resiliencia, no sólo
emocional, sino de las neuronas de los sujetos. Ciertamente que no es absoluta
la relación «mayor nivel intelectual = mayor resiliencia», pero
estadísticamente es muy frecuente. El sujeto con mayores conocimientos y mayor
capacidad intelectual puede procesar y elaborar más eficazmente los traumas y
los factores distresantes.
Ante
situaciones de catástrofe (natural o provocada por el ser humano) se debe
considerar la formación de las llamadas «comunidades resilientes» y para éstas
un tratamiento específico. Teniendo en consideración que la resiliencia
psíquica es el resultado de múltiples procesos que contrarrestan las
situaciones nocivas, se trata de una dinámica en la cual se podrían señalar las
siguientes etapas:
El
equilibrio que enfrenta a la tensión
El
compromiso y el desafío
La
superación
La
significación y valoración
La
positividad de sí mismo
La
responsabilización
La
creatividad
Clínicamente
se hace una diferenciación neurobiológica entre las personalidades
no-resilientes y las pro-resilientes en situaciones de estrés postraumático. En
los sujetos no-resilientes o poco resilientes se observan fenómenos llamados de
alta call memory; tal call memory se define por la frecuencia e intensidad en
que se reactiva en la memoria consciente el momento traumático o altamente
distresor. Desde la perspectiva clínica, tales reminiscencias traumáticas se
pueden presentar como flash-backs o como pensamientos intrusivos, siempre de
modo compulsivo.
La
investigación neurológica ha demostrado que tales evocaciones del trauma se
generan con activaciones autónomas de diversas partes del cerebro, en especial
las de la memoria y las de vigilancia, es decir, regiones del cerebro tales
como los núcleos de la amígdala, el lugar azul o locus coeruleus, el hipocampo,
y luego el neocórtex.
Neuroquímica
El
distrés (sufrimiento psicológico) provoca en el sujeto modificaciones
bioquímicas que son perceptibles en los análisis.
El
cortisol está vinculado con un incremento de la vigilancia o el estado de
alerta, así como de la atención focal. Por otra parte, el exceso de cortisol
implica: déficits en el desarrollo, la reproducción y en respuestas inmunes
adecuadas. En síntesis: el cortisol atenta contra la resiliencia.
La
testosterona, en sujetos (cualquiera que sea su sexo) bajo distrés, disminuye
la tasa de testosterona; tal disminución de la testosterona implica un menor
grado de autoconfianza, disminución de la proactividad, reducción de la
capacidad de atención, incremento de la depresión anímica, menor capacidad para
efectuar pensamientos asertivos o creativos, o dificultad para buscar y
encontrar soluciones o para ejercer el llamado pensamiento lateral.
Las
observaciones indican que la tasa de cortisol aumenta en la medida en que se
incrementa el estrés negativo (distrés), si bien tiende recuperar su nivel
normal cuando cesa el distrés, pero tal homeostasis no ocurre con la
testosterona. El distrés crónico produce un descenso de la tasa de testosterona
y, una vez cesado el distrés, se mantiene baja la tasa sin una readaptación
compensatoria. Esto explicaría (al menos parcialmente) lo observado en gente
sometida a distrés intenso o crónico: poco pensamiento asertivo, poca creatividad,
poca proactividad, frecuencia de ideas estereotipadas (repetición de esquemas),
así como disfunciones sexuales.
La
DHEA (dehidroepiandrosterona), sintetizada en el circuito
suprarrenales-gónadas-cerebro, disminuye la actividad del colesterol previniendo
infartos cardiacos y cerebrales. Es así que se la considera prosiliente al
inhibir sobreexpresiones de glutamato y glucocorticoides que directa e
indirectamente afectan negativamente la actividad cerebral.
La
galanina, originada en los intestinos, se distribuye luego por las arterias y
vasos sanguíneos y llega así al sistema nervioso central, disminuyendo el
riesgo de isquemias, principalmente de aquellas que pueden afectar la región
prefrontal del cerebro, así como el hipocampo, hipotálamo, amígdala y locus
cerúleus. Por tal motivo, al proteger los tejidos cerebrales, se observa que la
galanina favorece la resiliencia.
En
psicología, la resiliencia es la capacidad de las
personas o grupos de sobreponerse al dolor emocional para continuar con su
vida;
En
sociologia, es la capacidad que tienen los grupos sociales para sobreponerse a
los resultados adversos; reconstruyendo sus vinculos internos, a fin de hacer
prevalecer su homeóstasis colectiva de modo tal que no fracase en su propia
sinergia;
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